#ElPerúQueQueremos

Obispos: ¡Introducción a la Lógica!

¡Aquí lo inaudito no es la posición de la Iglesia sino lo mal argumentada que está!

Publicado: 2014-04-06

Simplemente no entiendo por qué tanto bululú sobre la oposición de la Iglesia (y de las sectas protestantes) al proyecto de Unión Civil homosexual. ¿Se espera algo distinto acaso de los pronunciamientos de la CGTP despotricando contra el sistema neoliberal? ¿O de la CONFIEP rasgándose las vestiduras para arrasar con todo lo que se oponga a la promoción de inversiones? ¿O que TELESUR afirme que en Venezuela se vive plenamente la libertad de expresión? O sea, si a nadie se le ocurre que el MHOL abjure de sus pretensiones y reivindicaciones, ¿por qué tendría que hacerlo la Iglesia?

Otra cosa es que nadie con cierto cacumen tome en serio los contenidos de cualquiera de estas instituciones sobre las que no se espera nada distinto a lo que siempre alegan. Y esto, sencillamente, porque desde hace mucho tiempo, lamentablemente, no tienen ninguna relevancia intelectual con respecto a los temas sobre los que se pronuncian. En otras palabras, campea la anarquía racional y un popurrí de sinsentidos.

Porque, sin duda, no fue por inspiración del Doctor Angélico el comunicado de la Conferencia Episcopal sobre la Unión Civil homosexual que se debatirá en el Congreso esta semana. Aquí lo inaudito no es la posición de la Iglesia sino lo mal argumentada que está.

“1. La familia es la célula natural, primera y fundamental de la sociedad. Así lo han consagrado las más importantes declaraciones internacionales sobre la materia.” O sea, la falacia del “argumentum ad verecundiam” o la “apelación a la autoridad”: Porque así lo ha declarado fulano con tales y cuales pergaminos, entonces debe ser verdad. Por lo tanto, si mañana la ONU declarase que el concepto de familia incluye el de las parejas homosexuales, ¿también debería ser verdad?

“2. La familia es anterior a la ley y al Estado. No es una creación humana sino una institución de Derecho Natural que está inscrita en la misma naturaleza humana.” Para más señas, la falacia de la “causa falsa”: Es el “derecho de la naturaleza” el que proclama a la familia anterior a la ley y al Estado. Pero el asunto es que de la naturaleza no se puede deducir lógicamente ningún derecho como, por ejemplo, el “derecho” del pez grande a comerse al más chico lo que, además, sería contrario a las enseñanzas de la Iglesia para con el género humano.

“[…] 4. El matrimonio es la unión natural y perpetua del hombre y la mujer que, en una comunidad de vida, de manera digna, procura el propio bien de los cónyuges, la generación responsable de los hijos y la mejor educación de éstos.5. La propuesta de unión civil entre personas del mismo sexo contraría el orden natural, distorsiona la verdadera identidad de la familia, contradice la finalidad del matrimonio, atenta contra la dignidad humana de los peruanos, amenaza la sana orientación de los niños y menoscaba el más sólido fundamento de nuestra sociedad, que aspira a un desarrollo humano integral […].”

Los extensos puntos 3), 4), 5) del comunicado corresponden a la típica falacia de la “conclusión inatingente”. Este argumento se supone dirigido a establecer que A es “bueno” para terminar concluyendo que B es “malo”. En otras palabras, “se comete cuando un razonamiento que se supone dirigido a establecer una conclusión particular –las bondades del matrimonio– es usado para probar una conclusión diferente –los horrores de la unión civil homosexual–.” También se detecta en 5) la falacia “ad hominen” (ofensiva) sobre la indignidad de los proponentes de la unión civil, como en 6) la falacia “ad populum” (a la galería) sobre el peligro que corren los niños ante un proyecto que… ¡no contempla la adopción!

“6. El proyecto de ley de unión civil entre personas del mismo sexo que se viene promoviendo ante el Congreso de la República contiene elementos jurídicos típicos del matrimonio, lo que pone de manifiesto que, más allá de la denominación de la norma, se pretende equiparar el matrimonio y la unión civil, preparando el camino para introducir en el Perú el matrimonio homosexual con la posibilidad de adoptar niños, que estarían privados de su derecho natural a tener un padre y una madre”. Aquí estamos ante un vulgar razonamiento analógico. Los razonamientos analógicos no son ni verdaderos ni falsos. Sus conclusiones no derivan lógicamente de sus premisas. Pretenden simplemente establecer ciertas probabilidades. De ahí se sigue que lógicamente las probabilidades contrarias sean…¡igual de posibles!

Los puntos 7) y 8) ejemplifican perfectamente la falacia del “argumentum ad misericordiam”. Así, se “apela a la piedad” para conseguir que se acepte la conclusión de que los “indignos” del punto 5) sean… ¡objeto de respeto y no discriminación por su orientación sexual dentro y fuera de la Iglesia!

Finalmente, el punto 9) del comunicado de los obispos obedece a la falacia del “argumentum ad baculum”. Aquí se apela a la “fuerza de las mayorías” para provocar en el Congreso la conclusión de que la “unión civil” es un mal proyecto y, por tanto, que debe legislar en consecuencia. Lógicamente nada tiene que ver una cosa con la otra.

No hay nada más estimulante para el intelecto que un buen argumento. Y nada más deprimente que varios malos en un mismo texto. Prozac por diamantes es la peor carta para un desayuno dominical.


Escrito por

Ricardo Vasquez Kunze

Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú. No tiene maestrías porque hoy todo el mundo las tiene. Tampoco doctorados.


Publicado en